LLUVIOSO ATARDECER
La lluvia cae suavemente quizá en sus últimos estertores.
Sus gotas al tocar el suelo,
anuncian que el firmamento llora.
Y mientras esto pasa siento a mí alrededor
el húmedo ambiente invernal,
las aves no trinan quizás por frío.
la suave brisa que peina las hojas de los árboles deja escurrir las últimas gotas de agua que se aferran para no dejarse caer al suelo cargado por sus antecesoras.
Parece que el sol se convierte en cómplice al esconder sus rayos únicos capaces de revertir el ambiente creado.
Casi puedo decir que nace un anochecer ficticio;
débilmente entre las ramas de los arbustos disfrazada por la tarde que parece guardar luto,
emerge cautelosa reclamando su derecho por vivir
la más hermosa flor, adueñándose sin pensar
de la visión de este mortal.
Presuroso acerco mi mirar y no conforme después de tanta belleza contemplar mis manos desean tocar sus delicados pétalos.
Recuerdo grato me ha dejado su perfume embriagador y como prueba de un delito sus huellas me han quedado, sus estambres al rozarlos polen me han guardado. Invitándome quizá a un regreso muy deseado.
Y por eso bien amada tu nombre le he clavado.